Ayer fuimos de nuevo a la revisión semanal. Luego de esperar por más de una hora para que se moviera concluimos que sería mejor esperar dos días más para el monitoreo. Mamá dio de comer a Lucio mole con pollo y pay de queso con espresso doble como postre. Nada. Le dio sueño y no hubo zangoloteo o tema político-económico que lo hiciera saltar como acostumbra. El ultrasonido mostró que simplemente estaba dormido y no se le daba la gana dar show. Serratos y Luján, El duo maravilla de la obstetricia, se muestran siempre comprensivos ante los desplantes modorros de Lucio. Mientras, mamá pagó las consecuencias del exceso de comida con un paseo por la sala de 4 a 6 a.m.
Las contracciones siguen siendo tímidas y esporádicas. Seguimos en espera, cada vez con más ansia.
Por la noche, la maleta FINALMENTE quedó lista, luego de lavar cargas y cargas de ropa de bebé, los últimos coordinados quedaron doblados y acomodados por día.
Todo está dispuesto, hijo, ya puedes nacer.
0-3 MESES Doblar los calcetines es lo más difícil, es auténtico trabajo de filigrana.
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