sábado, diciembre 24, 2005

Noche de paz


Dormimos profundamente en una deliciosa cama y con la sorpresa de despertar en una encantadora cabañita a la que ya no se le nota el mal gusto. La mañana ha sido amorosa, emotiva y casi como de película. La navidad se nos adelantó un día. Lucio despertó junto con nosotros. Ojalá cuando nazca sea tan atinado su horario.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El congelamiento matutino de mis manos aunado a esos sentimientos que me acalambran la pancita para que finalmente se materialicen en agüita, me obligan a abandonar mi computadora para dar salida a esta ansia ansiosa de ya tener al Popochas entre mis manos. Los quiero harto

Anónimo dijo...

Haaaaaay... ¡Qué barbaridad! Aquel que dude que todos coincidimos, aunque sea en pensamiento y sentimiento, está errado.

Se que es ridículo llorar en la oficina, pero que caray. (Aprovecho que no hay nadie cerca)

Yeyopodus